El Partenariado Internacional por los Microbicidas recibe de manos de Merck una licencia sobre un novedoso candidato a microbicida del VIH

Silver Spring, Maryland (EE UU), 11 de marzo de 2008. En una decisión que supone un impulso para la investigación en la prevención del VIH, la empresa farmacéutica Merck & Co. Inc. ha decidido conceder una licencia libre de derechos al Partenariado Internacional por los Microbicidas (IPM, en sus siglas en inglés [una organización sin ánimo de lucro]) para desarrollar un posible microbicida vaginal a partir de un novedoso compuesto antirretroviral.

El compuesto, denominado L’644, forma parte de la familia de antirretrovirales conocida como inhibidores de la fusión de la gp41, que previenen la infección por VIH al evitar que se fusione con la membrana de las células diana, un paso temprano en el proceso de infección por el virus. Esta estrategia podría representar un modo original de bloquear la infección.

Este anuncio se hace tras otro acuerdo similar con Merck, que tuvo lugar en 2005, por el que esta empresa concedió a IPM una licencia libre de derechos para desarrollar un microbicida a partir de otro compuesto, L’167/CMPD167, perteneciente a la familia de antirretrovirales conocida como antagonistas del CCR5.

Los microbicidas son unos productos (en forma de geles o películas, por ejemplo) que se aplicarían en la vagina para prevenir la transmisión del VIH durante las relaciones sexuales. IPM también está desarrollando otros métodos de aplicación de estas sustancias, como por ejemplo anillos vaginales de larga duración, que irían liberando progresivamente el fármaco.

“Hay que destacar la implicación ejemplar de Merck en la investigación para la prevención del VIH”, afirma la doctora Zeda Rosenberg, directora general del Partenariado Internacional por los Microbicidas. “Este acuerdo de L’644 ayuda a IPM a avanzar en el desarrollo de compuestos que actúan sobre el virus en numerosos puntos de su ciclo vital. Estamos trabajando para que llegue el día en que millones de mujeres de todo el mundo tengan acceso a unos microbicidas seguros y eficaces, y este tipo de acuerdos nos ayudarán a conseguirlo.”

La investigación preclínica realizada por Merck sugiere que el fármaco L’644 es un potente inhibidor de la fusión del VIH capaz de bloquear la infección de las células-T diana en el laboratorio. Por este motivo, existen poderosos argumentos científicos que avalan que se investigue su potencial como microbicida anti-VIH. Los términos del acuerdo establecen que Merck concede al Partenariado Internacional por los Microbicidas derechos plenos sin regalías para que desarrolle un microbicida a partir de L’644, con el fin de prevenir la infección por el virus en las mujeres de los países en vías de desarrollo; asimismo, la multinacional farmacéutica colabora con IPM para hacer progresar las primeras etapas de los esfuerzos en la investigación para el desarrollo del producto.

“Merck se complace en contribuir, con los resultados de nuestra labor de investigación y desarrollo, a este esfuerzo mundial por proteger a las mujeres de la infección por VIH”, declaró la doctora Daria Hazuda, vicepresidenta de asuntos científicos sobre enfermedades infecciosas y VIH en los laboratorios de investigación de Merck. “Este acuerdo pone de relieve nuestro prolongado y constante compromiso para encontrar nuevos modos de prevenir y tratar el VIH y el SIDA”, destaca.

La colaboración con la industria para conseguir compuestos prometedores constituye un primer paso crucial en la obtención de un microbicida accesible para aquellas personas que más lo necesitan. Asegurar el acceso al mismo supone un elemento esencial de la misión de IPM y un principio rector a seguir a lo largo de todo el proceso de desarrollo.

Con este fin, IPM ha conseguido que varias empresas farmacéuticas le otorgaran licencias libres de derechos sobre cinco compuestos antirretrovirales, a través de unos acuerdos que se han convertido en un modelo para los partenariados público-privados a la hora de fomentar soluciones de salud mundial. Estos acuerdos no exclusivos otorgan a IPM flexibilidad a la hora de procurar conseguir el desarrollo de productos y de favorecer el acceso a los mismos, lo que permitirá que cualquier microbicida resultante pueda llegar a los países en vías de desarrollo, incluyendo aquéllos en los que el impacto de la pandemia de SIDA ha sido más grave.

Además de Merck, entre los socios farmacéuticos de IPM se encuentra Pfizer, que en enero de 2008 acordó permitir al Partenariado Internacional por los Microbicidas que desarrollase maraviroc, un antagonista del CCR5, como microbicida. En diciembre de 2006, IPM y CONRAD alcanzaron acuerdos independientes con Gilead Sciences para el desarrollo de tenofovir, un inhibidor de la transcriptasa inversa análogo de nucleótido (ITINt). En octubre de 2005, Merck y Bristol Myers Squibb (BMS) firmaron un pacto similar por el que cedían a IPM los derechos sobre un antagonista del CCR5 y un inhibidor de la entrada que se encontraban en una fase inicial de su desarrollo. En marzo de 2004, IPM firmó un acuerdo con Tibotec Pharmaceuticals (filial de Johnson & Johnson) para desarrollar un microbicida a partir de su inhibidor de la transcriptasa inversa no análogo de nucleósido (ITINN), dapivirina. El Partenariado Internacional por los Microbicidas espera que, para finales de 2009, este compuesto se someta a un ensayo clínico de Fase III.

Unos microbicidas seguros y eficaces podrían suponer una nueva y poderosa herramienta, que complementaría a los métodos de prevención existentes, para que las mujeres se protegieran a sí mismas del VIH. En los últimos dos años, el número mundial de mujeres que viven con el virus ha aumentado en un millón, hasta alcanzar los 15,4 millones. A finales de 2006, las mujeres representaban casi la mitad de la población adulta que vivía con VIH y SIDA en todo el mundo, pero en el África subsahariana, las mujeres y niñas ya representan casi el 61% de las personas infectadas por el virus.

Sobre IPM: El Partenariado Internacional por los Microbicidas se estableció en 2002 para acelerar el desarrollo y accesibilidad de los microbicidas a fin de prevenir la transmisión del VIH en las mujeres. IPM trabaja para mejorar la eficacia de todos los esfuerzos destinados al desarrollo y distribución de unos microbicidas seguros y eficaces lo antes posible, para lo cual examina compuestos, diseña formulaciones óptimas, establece capacidades de fabricación, desarrolla sedes de ensayo y los lleva a cabo. Entre los donantes de IPM se cuentan los gobiernos de Bélgica, Canadá, Dinamarca, Francia, Alemania, Irlanda, Holanda, Noruega, Suecia, el Reino Unido y EE UU, así como la Comisión Europea, las fundaciones Rockefeller y Bill & Melinda Gates, el Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA, en sus siglas en inglés) y el Banco Mundial.

IPM: Steve Taravella, staravella@ipmglobal.org, +1-301-608-2221, ext. 188
Merck: Ian McConnell, ian_mcconnell@merck.com, +1-908-423-3046